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RANIA Y AISIR: "EN TURQUÍA NOS ESTAMOS DESTRUYENDO POCO A POCO"

Otro ejemplo más de la gran injusticia que viven las personas refugiadas. Esta vez, os dejamos un vídeo de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, que nos cuenta la historia de este matrimonio sirio y la espiral de sufrimiento en la que viven. ¿Cuándo acabará todo esto? Para hablar de derechos humanos, primero tienen que existir. Y mientras que haya una sola persona en el mundo que no pueda disfrutar de ellos, mi opinión será que no existen. 

"UN VIAJE DE IDA Y VUELTA"

http://www.elmundo.es/internacional/2017/10/05/59d50b9ce2704e88048b4644.html

Esta noticia habla sobre la desesperante situación de muchos refugiados, en este caso afganos, que en un principio huyeron de su país debido al miedo a ser condenados por ser homosexual. Ahora, una vez que han conseguido estar "a salvo" en Europa, los gobiernos los devuelven a sus países, aún sabiendo que a la vuelta, lo único que les espera es tortura, agresión e incluso la muerte. ¿Cómo se puede permitir esto?. 

Es normal, que como en la noticia se índica, haya bajado el número de solicitantes de asilo a los países europeos, a un 33%. Ya no saben si en España, Alemania, Francia, Grecia... estarán más seguros que en sus países. 

Es tan abrumador saber que vivimos en un lugar en el que se presume de tanto, en el que los políticos prometen tanto... en donde aparentemente los derechos humanos son lo esencial... y al mismo tiempo, este mismo lugar en el que vivimos, permite que estos refugiados vuelvan a sus países, dejándoles  correr a su propia suerte, una suerte que probablemente acabará en desgracia para ellos. Y además, seguir presumiendo de todo lo que somos y tenemos. 

"EMPEORA LA SALUD MENTAL DE LOS REFUGIADOS EN GRECIA"

https://elpais.com/elpais/2017/11/02/migrados/1509622447_655599.html

Recomendamos leer esta noticia. Tristemente, es una más de las miles que hay cada día sobre las condiciones deplorables en las que viven los refugiados en Europa (un supuesto continente civilizado). 

Estas personas, no solo tienen que huir de sus países por las guerras, el hambre y la pobreza, abandonando todo lo que conocían hasta el momento, dejando a familiares atrás, y teniendo que olvidar lo que una vez fue el hogar, el pueblo o la ciudad... 

No solo tienen que exponer sus vidas a la muerte para poder salir del país, en condiciones que no aseguran la supervivencia. Viajes organizados por las mafias, a los que tienen que arriesgarse por un intento desesperado de supervivencia. 

Además, cuando llegan a Europa, ese lugar en el que presumimos de vivir porque es moderno, avanzado, civilizado, donde los derechos humanos se respetan y se tienen en cuenta, donde hay oportunidades para todos y una gran igualdad... se encuentran con la terrible situación de que, son reclutados en campos de refugiados, como si fueran presos, y se les ofrece vivir en condiciones, que no son muy diferentes de las que han huido, excepto porque aquí no hay bombas aparentes. Esta forma de vida a la que son sometidos, influye directamente en la salud mental. Se unen muchos factores: no pertenecen a ningún sitio, por lo que se crea una gran crisis de identidad, no tienen recursos mínimos para subsistir con una calidad de vida adecuada, son sometidos a violencia por parte de la policía, y por si fuera poco, nadie les puede garantizar que vayan a cambiar de situación. 

Los grandes conflictos han creado una superpoblación de personas refugiadas a las que Europa, el gran continente, no ha podido hacer frente, y en mi opinión, debido a muchos fallos que se han cometido en las políticas. Tal es así, que muchas personas refugiadas han preferido volver as sus lugares de origen, aún sin saber si la vida será segura allí. 

¿Cómo ha podido el ser humano llegar a una situación como esta? Es un absoluto caos, en el que se juega con la vida de las personas, y al final...parece que unas tienen más valor que otras, porque, mientras que unos mueren de hambre y de desesperación, otros estamos aquí, tranquilos, sin ni si quiera poder llegar a imaginar una parte de lo que puede sufrir una persona refugiada en el día a día. Y lo peor es el gran pasotismo que tiene la sociedad. Ya no tenemos sentimientos de humildad, de ayudar a los demás, lo hemos sustituido por el individualismo y el egoísmo.